Llama Maestra nació como nacen las mejores cosas: sin planearse.
Una tarde de asado, entre brasas, humo y risas, se cruzaron las miradas de un padre y un hijo.
Juan, con la experiencia de toda una vida en las manos; y Bauti, con las ganas encendidas de hacer algo propio, de dejar huella.
No había inversores, ni oficinas, ni fórmulas mágicas. Solo un fuego prendido, una mesa compartida y el deseo de construir algo juntos. Esa mezcla simple, pero poderosa, fue suficiente para encender la chispa que dio vida a Llama Maestra.
Somos un padre y un hijo que creen en lo mismo: que las cosas hechas con pasión tienen un valor distinto. No buscamos ser perfectos, buscamos ser auténticos.
Y cada paso que damos es también un recordatorio de esa tarde en familia, donde todo empezó.
Más que una marca, Llama Maestra es un homenaje a lo que nos une: el fuego, la mesa y esas historias que nacen cuando estamos juntos.
Nos gusta ser parte de esos momentos de felicidad: cuando se descorcha un vino, cuando se encienden las brasas, cuando las risas suenan fuerte y el tiempo parece detenerse.
Porque creemos que no vendemos solo productos, sino experiencias que se comparten, se disfrutan y se recuerdan.
Si estás leyendo esto, de alguna manera ya sos parte de nuestra mesa.
Y eso, para nosotros, vale más que cualquier cosa.
Bienvenido a esta hermosa comunidad, donde lo bueno se comparte...
Juan y Bauti